Pablo Lilienfeld y Federico Vladimir: Mónica

Los dos artistas multimedia presentan un particular homenaje a sus madres con una obra que combina performance, danza, vídeo y música.
Desde el principio de su relación, Pablo Lilienfeld y Federico Vladimir se han sorprendido por las vidas tan paralelas de sus madres. Compartían el nombre de «Mónica», crecieron en Argentina en los años 50 como hijas de refugiados de guerra europeos y emigraron a España de adultas.
En Mónica, los dos artistas multimedia van en busca de las historias de sus madres. Mónica Lilienfeld, la madre de Pablo, murió en 1986 a una edad temprana, dejando tras de sí un gran número de pinturas fascinantes y llenas de color. Mónica Pezdirc, la madre de Fede, se sacudió su estricta educación católica y posó como modelo desnuda para las fotografías eróticas del padre de Fede en la década de 1980.
Estas fotografías y pinturas constituyen los elementos visuales de la obra, que combina performance, danza, vídeo y música. Aunque se trata de sus madres, Lilienfeld y Vladimir pueden ver a Mónica como su «hija» común. La pareja de artistas mezcla alegremente las genealogías tradicionales, y al hacerlo tejen una red de maternidad no heteronormativa. Mónica es como una telenovela en la que conviven guerras, migraciones e historias patriarcales clásicas, pero en la que, sobre todo, las historias borradas pueden desarrollar todo su poten
Pablo Lilienfeld y Federico Vladimir
Pablo (1981) y Fede (1983) son pareja desde 2014. Desde el inicio de su relación su práctica artística se ha entrelazado con su relación. La intimidad es el punto de partida de su trabajo, en el que persiguen representaciones de la colectividad que desafíen las formas dominantes en las que hablamos de nosotros mismos. “Narrarse es cuidarse”, es su lema: hablar de nosotros mismos también es cuidarnos (y cuidar a los demás).